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El uso de la IA por parte de Collina Strada no estaría alineado con los valores de la marca, que está firmemente comprometida con la defensa del medio ambiente.
Collina Strada se ha visto recientemente en el ojo del huracán al otro lado del charco a cuenta de su última colaboración con el fabricante neoyorkino de bolsos Baggu, que muchos fans esperaban con su sumo fervor. El problema vino después, cuando un usuario de Reddit tuvo la ocurrencia de analizar las fotografías de la colección con un programa que determina con qué probabilidad son generadas o no con IA las imágenes examinadas. Y de su investigación se colige que existe un 86,5% de probabilidades de que los diseños con caballos y otros motivos psicodélicos de la colección hayan nacido del vientre de la IA.
Este descubrimiento, del que informa Mashable, ha desencadenado un profuso torrente críticas para las dos marcas involucradas en lo que muchos califican de un «faux pas» sin paliativos.
El escándalo está resultando particularmente fragoroso porque Collina Strada es una marca que se define a sí misma como «una plataforma en favor de la conciencia climática, la conciencia social, el cambio y la autorrealización». Y es que el hecho de que una firma comprometida con el respeto al medio ambiente utilice para alumbrar sus diseños una tecnología que consume muchísimos recursos energéticos (y no respeta siempre adecuadamente el «copyright») parece poner en jaque los principios de los que hace gala supuestamente la marca.
Collina Strada y Baggu emplearon efectivamente la IA en dos de sus diseños
Las acusaciones vertidas tanto contra Collina Strada como contra Baggu han resultado además ser ciertos. En su web Baggu admite que dos de los diseños de la colaboración con Collina Strada, «Blue Thorns» y «Boxer Plaid», fueron efectivamente creados con IA, más específicamente con el programa Midjourney.
Collina Strada enfatiza, por su parte, que solo se apoyó en la IA para el diseño de «Blue Thorns» y «Boxer Plaid» y asegura que la tecnología de moda no está reemplazando en modo alguno a los diseñadores. Se trata de experimento emprendido por los diseñadores en base a las sugerencias formuladas por Midjourney.
Las explicaciones de Collina Strada y Baggu no han logrado, no obstante, aquietar los ánimos de los clientes, que algunos casos amenazan con cancelar los pedidos y se lamentan que la IA causa severos perjuicios tanto a los artistas como al medio ambiente.
Al enfriamiento de la polémica tampoco han ayudado en modo alguno los comentarios de Charlie Engman, director de arte de Collina Strada. En una «story» publicada en Instagram en la que había una captura de pantalla de los comentarios críticos desatados por la nueva colección de la firma en colaboración con Baggu, Engman se descolgó con en esta sarcástica frase: «Estoy infinitivamente fascinado por el afán punitivo de fomentar el juicio público sobre los procesos artísticos y hacerlo supuestamente en nombre de la protección de los artistas».
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