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Desde el sábado X está bloqueada en Brasil por orden del juez Alexandre de Moraes, una represalia hacia Elon Musk por no designar un representante legal en el país.
Hace tan solo unas semanas X cerró su sede en Brasil, pues supuestamente Alexandre de Moraes amenazó con arrestar al representante legal de la empresa en Brasil si no se cumplía con sus órdenes de censurar varias cuentas acusadas de difundir desinformación.
Desde abril, de Moraes mantiene una disputa con Elon Musk relacionada con la libertad de expresión, las cuentas catalogadas de «extrema derecha» y la desinformación. Una lucha escaló hasta la «suspensión inmediata, completa y total de las operaciones de X» en Brasil. Además, se ha ordenado a la App Store y Google Play Store eliminar la aplicación de sus plataformas y el tribunal también ha amenazado con multas de hasta 8.900 dólares a quienes intenten usar X a través de una VPN.
X bloqueada en Brasil y Elon Musk responde con la cuenta «Alexandre Files»
Brasil es el sexto mercado más grande para X a nivel mundial, y cuenta con casi 22 millones de usuarios, solo superado por Estados Unidos, Japón, India, Indonesia y Reino Unido. Pero, tras el bloqueo, la red social se ha quedado prácticamente inaccesible tanto en la web como a través de aplicaciones móviles en el país, generando un impacto inmediato en la pérdida de más de 20 millones de usuarios, así como la inversión publicitaria de los anunciantes de la región.
Elon Musk arremetió contra el juez en diversas publicaciones, y destacó que este debería ser destituido por «incumplir los juramentos de su cargo». Además, el multimillonario ordenó la creación de la cuenta «Alexandre Files», un perfil que busca «arrojar luz sobre los abusos del derecho brasileño cometidos por Alexandre de Moraes».
Esta cuenta que actualmente acumula casi 300.000 seguidores, denuncia las supuestas ilegalidades cometidas por el juez. El pasado 31 de agosto escribieron desde la cuenta: «Nos hemos visto obligados a compartir estas órdenes porque no hay transparencia por parte del tribunal y las personas que están siendo censuradas no tienen recursos para apelar. Nuestras propias llamadas han sido ignoradas. Ahora al pueblo de Brasil se le niega el acceso a X. La justicia secreta no es justicia en absoluto. Hoy decimos que debemos cambiar».
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