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El Primer Ministro, Anthony Albanese, explicó que esta iniciativa busca reducir el impacto negativo de las redes en la salud mental de los jóvenes y brindar tranquilidad a las familias.
¿En qué consiste la prohibición?
El plan, que se presentará en el parlamento la próxima semana, aplicará a todos los menores de 16 años, sin excepciones, incluso si cuentan con el permiso de sus padres. La responsabilidad de controlar el acceso recae sobre las plataformas de redes sociales, quienes deberán demostrar que toman medidas efectivas para impedir que los menores accedan. Sin embargo, el gobierno aseguró que no habrá sanciones para los usuarios. La encargada de vigilar el cumplimiento de estas normativas será la eSafety Commissioner, el regulador de seguridad online de Australia.
De aprobarse la ley, esta entraría en vigor en un plazo de 12 meses y sería revisada posteriormente para evaluar su efectividad y posibles ajustes.
Controversia y división de opiniones: ¿es contraproducente una prohibición de las redes sociales?
La propuesta ha generado un debate entre expertos y defensores de los derechos de la infancia. Aunque muchos coinciden en los riesgos que implican las redes sociales para los adolescentes, algunos cuestionan si prohibirlas es la mejor solución. Críticos argumentan que las prohibiciones sólo retrasan el inevitable contacto de los jóvenes con las plataformas, en lugar de enseñarles a navegar en estos entornos complejos y llenos de desafíos. Además, como suele decirse «hecha la ley, hecha la trampa»; los menores se las ingeniarían para tener acceso y estarían aún más desprotegidos.
Incluso uno de los grupos de defensa de derechos infantiles más grandes de Australia, la Australian Child Rights Taskforce, se ha pronunciado en contra. En una carta abierta firmada por más de 100 académicos y 20 organizaciones civiles, el grupo instó al gobierno a considerar en su lugar la imposición de estándares de seguridad en redes, en lugar de una prohibición generalizada.
Albanese respondió a estas propuestas de forma tajante. Para el Primer Ministro, una aproximación de ese tipo sería insuficiente porque «asume una relación de poder igualitaria. No sé ustedes, pero a mí me aparecen cosas en mi sistema que no quiero ver. Ni me imagino a un joven de 14 años vulnerable», dijo en una rueda de prensa. «Estas empresas tecnológicas son increíblemente poderosas. Estas aplicaciones tienen algoritmos que orientan a las personas hacia comportamientos específicos», añadió.
Protección frente a la libertad de acceso
Por otro lado, algunos activistas han apoyado esta legislación, argumentando que es necesaria para proteger a los menores de contenido perjudicial, desinformación, acoso y otras presiones sociales. Esta medida, según sus defensores, representa un paso necesario para resguardar la integridad emocional y psicológica de las nuevas generaciones.
En medio de esta controversia, el gobierno australiano enfrenta el desafío de encontrar un equilibrio entre la protección de los menores y la posibilidad de que estos interactúen de manera segura en el entorno digital. La discusión apenas comienza, pero lo que queda claro es que la era de las redes sociales plantea interrogantes cada vez más complejos para la sociedad.
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